La Cortesía de la Bandera
- T. Delàs
- 23 ago
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Agosto 2025
En algunas localidades del Somontano de Barbastro se mantiene viva la tradición de la Cortesía de la Bandera. Tres personas sostienen y hacen ondear una bandera formando un arco ceremonial bajo el cual pasan las imágenes religiosas, los vecinos y los visitantes, creando un momento de solemnidad y comunión colectiva. Es un acto extraordinariamente emotivo.
Si bien, inicialmente parece un tema de fuerza, el movimiento del bandeo y de la cortesía es, en realidad, una cuestión de habilidad que se consigue a través de años de práctica en una ceremonia que se transmite de generación en generación.

La Cortesía de la Bandera, que se remonta a siglos de historia, se practica principalmente en Radiquero y Adahuesca durante las procesiones de Semana Santa o en las fiestas patronales como las de San Roque y Santa Ana y cobra especial relevancia en la romería a la Virgen de Dulcis.
Orígenes e Historia
No hay certeza sobre los orígenes que son complejos y se entrelazan con la historia de las cofradías y la vida rural del nordeste de España.
Raíces precristianas
El ondeo solemne de la bandera podría tener una función propiciatoria, invocar lluvia, buen año, protección contra plagas, fertilidad y esperanza en buenas cosechas. Algunos estudios etnográficos sugieren que esta práctica podría tener raíces precristianas, luego absorbidas por la liturgia católica.
Milicias concejiles medievales
Un posible origen de la cortesía de la bandera podría ser la herencia de las milicias concejiles medievales. En los siglos XIII-XVI, los pueblos del Alto Aragón como Radiquero, Alquézar o Adahuesca contaban con milicias concejiles, grupos de vecinos armados organizados por el concejo para defender el territorio o participar en celebraciones religiosas. Cada milicia portaba una bandera del concejo, y el ondeo de esta era un acto de respeto y juramento colectivo. El abanderado era una figura de honor. La cortesía podría ser una evolución pacífica de este gesto marcial, reinterpretado dentro de las procesiones y romerías como símbolo de protección divina y unidad vecinal.
Cofradías religiosas

También podría remontarse a las cofradías religiosas y gremios que existían en los pueblos del Somontano. En muchos lugares, estas cofradías o hermandades organizaban procesiones en las que la bandera o el pendón eran el elemento central, representando la unidad y la devoción de los miembros. Cada cofradía tenía su estandarte o bandera que era custodiada por el mayordomo. La entrega o ondeo de la bandera marcaba el cambio de mayordomos, el fin de un ciclo o la toma de un compromiso comunitario. La tradición está documentada en algunas investigaciones etnográficas del IEA (Instituto de Estudios Altoaragoneses) y en publicaciones sobre las cofradías rurales altoaragonesas.
Otras culturas
Este gesto está presente en otras culturas y religiones: en algunas tradiciones mediterráneas, pasar bajo un arco, tela o cruz simboliza purificación, renacimiento o inicio de un nuevo ciclo vital.
Significado y tradición viva del Somontano

El ritual de la Cortesía de la Bandera es una sinfonía de simbolismo. La bandera, a menudo un antiguo estandarte de la cofradía, representa la historia, las luchas y la fe del pueblo. Sus movimientos no son aleatorios; son una coreografía de religiosidad y respeto.
El paso de las personas por debajo de la bandera es un acto clave sumamente emotivo que tiene múltiples interpretaciones:
Bendición y protección: al pasar por debajo del pendón, se busca la protección de la Virgen o del santo y se recibe una bendición para el año venidero.

Fraternidad entre pueblos: el gesto simboliza el respeto mutuo entre comunidades vecinas, que se saludan y se reconocen como parte de una misma tradición.
Orgullo local: cada bandera representa la historia, los valores y la identidad de su pueblo. Ondearla es reafirmar el vínculo con las raíces.
Memoria colectiva: generaciones enteras han participado en este ritual, transmitiéndolo como un legado emocional y cultural.
Renovación del compromiso: es un acto simbólico de renovar el vínculo con las tradiciones y con la comunidad.
Igualdad: la tradición une a todos, sin importar la edad o el estatus social, en un mismo acto de respeto y devoción.
Tradición viva

Hoy en día, la Cortesía de la Bandera se mantiene viva en muchos pueblos del Somontano, donde se celebra con gran entusiasmo durante sus fiestas mayores y ocasiones relevantes. La tradición no ha perdido su esencia y sigue siendo un momento culminante de las celebraciones.
A pesar de los desafíos que enfrenta la España rural, como la despoblación, los pueblos y sus asociaciones culturales trabajan para preservar este patrimonio inmaterial. La transmisión de la tradición a las nuevas generaciones es crucial, y a menudo se enseña a los jóvenes a portar el pendón para asegurar que la Cortesía de la Bandera continúe existiendo en los años venideros. Es un ejemplo de cómo una costumbre puede ser un motor de identidad y un puente entre el pasado y el futuro.
No es una simple curiosidad folclórica. Es el eco de antiguos sistemas de organización vecinal, defensa local, ritos agrarios y religiosidad popular, todo ello concentrado en un gesto cargado de memoria, respeto y comunidad.

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