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El espliego

Julio 2024


Alrededor de los años cincuenta del pasado Siglo XX y durante los meses de julio y agosto se realizaba en Radiquero una actividad muy peculiar, para algunos ahora casi olvidada y para los jóvenes totalmente desconocida.

Flor de lavanda

Era la siega y destilación del espliego, para nosotros en el Somontano espigol. Es una planta aromática silvestre que se criaba por los yermos y por la sierra, Vallemanzana, Vallebenzas, Capanas, El Tito y otras zonas.

Se segaba a mano con falz (hoz) y zoqueta (especie de guante de madera) para proteger la mano contraria, se hacían fajos y se transportaba a lomos de caballerías hasta la ubicación de la caldera.

La actividad se iniciaba con la llegada de un señor que venía de la empresa que recogía la esencia y al que llamábamos el “espigolero”. Era el encargado de ejecutar todo el proceso.

Espígol silvestre en las montañas

En los bajos de la antigua casa de Broto se guardaba la caldera de un año para otro. Por cierto, la fachada de casa Broto que daba a la calle de Medio era preciosa, con un arco de medio punto en el cubierto y delante de la puerta de entrada, a ambos lados un banco de obra. Encima una terraza a cubierto con barandilla de piedra. Desde el patio una escalera muy ancha subía hasta desembocar en la tizonera de la cocina con el fuego en el suelo y rodeada de una amplia cadiera.

La caldera consistía en dos partes cilíndricas de metro y medio de diámetro aproximadamente y lo mismo de altura. Se llevaba rodando por la calle hasta la fuente del pueblo, detrás del torno. La parte de arriba era abierta y la de abajo era ciega, se asentaba en una cavidad de piedra y barro que hacía de horno. En la parte inferior de la caldera una chapa con agujeros hacía de parrilla para separar el agua que luego mediante el vapor cocería el espigol cuando se llenara la caldera bien apretado y pisado para aprovechar el volumen. A continuación, se sellaba con barro y grapas las dos partes de la caldera especialmente la tapa superior para que no hubiera ninguna fuga de vapor.

De la parte superior de la caldera salía un tubo que bajaba en vertical hasta un balsón rectangular excavado en tierra lleno de agua corriente procedente de la fuente y el barranco, entraba y salía constantemente para refrigerar el tubo que iba y venía en forma de zigzag, era el serpentín que hacía que el vapor se licuara de tal manera que por el extremo saliera el agua y la esencia en forma líquida que se recogía en un recipiente metálico. Luego había que separar ambos líquidos, pero como la densidad del agua es mayor que la de la esencia no resultaba difícil hacerlo.

La destilación es un proceso que se realiza desde antiguo

El encendido de la caldera las primeras veces se hacía con aliagas, ramas secas, carrasquizos, coscolleras, después el mismo espigol ya cocido que se había sacado de la caldera con la horca de hierro hacía de combustible, por cierto, muy bueno. Por la parte posterior estaba la chaminera de salida del humo.

Una vez hecho este montaje había que llevar la materia prima. Para ello se pregonaba por los pueblos de alrededor diciendo que ya se iniciaba la campaña. En Radiquero los pregoneros eran la familia Blasco. Venían de Alberuela, Alquezar, San Pelegrín, Adahuesca y otros.

Una vez descargadas las caballerías se procedía al pesaje de los fajos que se hacía con un carrazón (romana grande) suspendido de una tranca con el vendedor a un lado y el encargado al otro sustentando el peso. Se sumaba el peso total de los fajos y se extendían unos vales que se liquidaban y cobraban al final cuando venían de la empresa a recoger la esencia que se había obtenido.

la colonia, uno de los muchos usos del espliego o lavanda

Nunca daban mucha información de que hacían con ella, pero se supone que sería para la industria farmacéutica, perfumería, cosmética, dadas las múltiples aplicaciones que tiene.

No era un gran negocio para los que íbamos a segar ya que lo pagaban muy barato, sobre 1 peseta el kilo, pero dado que las economías en aquel tiempo eran muy exiguas no dejaba de ser una ayuda que venía muy bien a todos estos pueblos especialmente si eran segadores expertos que alguno había.

Los últimos años la labor de encargado la llevo a cabo mi hermano José, (Pepe de Blas), pero de momento no he podido averiguar con exactitud hasta que año duró, creo que hasta el 68 o 69, se llevaron la caldera y ahí acabó todo, tampoco se en que años se debió empezar esta actividad.

Todo esto ha pasado a ser historia.

Campos de lavanda en flor en Brihuega, Guadalajara

En la actualidad es un gran negocio como otros muchos, se cultiva en grandes extensiones, en la Provenza francesa, en España en Brihuega donde acuden cientos de visitantes para ver la floración de los campos y toda la zona de La Alcarria (provincia de Guadalajara) con miles de hectáreas que se siembran con esmero en largas hileras, se siegan con cosechadoras especiales y con unos alambiques enormes de tipo industrial para la destilación. Las propias destilerías comercializan infinidad de productos derivados de esto.

Este escrito solo pretende mantener el recuerdo de una actividad que como otras muchas han desaparecido de nuestros pueblos con la esperanza de que algún día alguien pueda recordarlo.


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