La torta de cazuela
- T. Delàs
- 13 jun
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 21 ago
Junio 2025
¿Conoces la torta de cazuela , su origen y sabes porque se llama así?.
Las tortas de cazuela eran un dulce tradicional habitual en muchos lugares que se elaboraban en los hogares de forma artesanal antes de que se dispusiera de batidoras y hornos.
Cocinas económicas
A principios de los 60 ya habían llegado a muchas casas las cocinas económicas que eran tan bonitas como laboriosas de uso.
El combustible podía ser carbón o leña aunque el carbón era más habitual. Normalmente eran de fundición y consistían básicamente en una plancha rectangular sobre patas, con un fogón o cámara de combustión debajo de la plancha. En la cámara se introducía el combustible por una puerta frontal y se hacía el fuego. En la parte inferior había una rejilla o parrilla metálica por donde caían las cenizas en un cajón que se podía extraer y que tenía una abertura para la entrada de aire desde abajo para que el fuego respirase y ardiese mejor.

La plancha solía tener dos agujeros de cocción circulares por donde salía el calor o el fuego que se tapaban con una serie de aros concéntricos que se ponían o quitaban para ajustar el tamaño de la zona de cocción a las ollas o cazuelas. Se manejaban con una barra en forma de L cogiendo el aro con el ala pequeña de la misma. La plancha solía estar rodeada por una barandilla metálica para evitar quemarse la ropa con las superficies calientes de la cocina.
Había también una chimenea que evacuaba el humo hacia el exterior.
El proceso era simple pero trabajoso, se cargaba la cocina con carbón o leña, se prendía el fuego y se esperaba que alcanzase la fuerza necesaria para el plato que se iba a hacer, poniendo o sacando aros se ajustaba la zona de cocción a la medida adecuada y se iba graduando la densidad del calor apartando o añadiendo combustible. Muchas veces se abría la puerta de la cámara y se avivaba el fuego ventando desde el exterior con un abanico circular de esparto. o se removían las brasas con unas pinzas. Una vez acabado y enfriado, se tenía que quitar y tirar las cenizas.
La cocina económica generaba mucho calor con lo que la temperatura de la cocina era muy agradable en invierno. Por este motivo se hacía mucha vida allí y no era raro ver a los niños estudiando o haciendo los deberes en una mesa junto a la cocina.
En conjunto se trataba de una pieza robusta que funcionaba bien aunque daba mucho trabajo, empezando por el transporte del combustible hasta la extracción de las cenizas.
Hornos
Pero a la mayoría de los hogares no habían llegado los hornos. Era habitual ver los domingos y días de fiesta muchas amas de casa yendo al horno de pan del pueblo o del barrio a horas convenidas con bandejas de canalones o macarrones cubiertas con un paño inmaculado para que allí se lo gratinaran.

Tortas de cazuela
Entonces, ¿ cómo se cocinaban los bizcochos o las tortas?. Pues sin horno, con cazuela. Seguro que muchos no pensábamos que era posible.
Se utilizaban cazuelas de barro o metálicas de paredes gruesas y, a poder ser, con una tapa que encajase muy bien.

Se preparaba la masa de forma habitual con harina, huevos bien batidos para que cundieran más, azúcar, leche, manteca o aceite, levadura y ya, según gustos, se podía añadir ralladura de limón, anís, canela o alguna hierba aromática.
La mezcla se vertía en la cazuela previamente engrasada, se tapaba bien y se cocía a fuego lento en la cocina económica o en el hogar, procurando mantener la misma temperatura durante todo el proceso. Las paredes de la cazuela almacenaban todo el calor dentro de la misma con lo que se iba cociendo de manera uniforme. Era importante no abrir la tapa durante la cocción para que no se bajase la torta. Como el calor era más fuerte en el centro de la parte de abajo de la cazuela, la masa subía en forma de cono y muchas veces se abría un poco por en la parte de arriba.
La cazuela actuaba pues como un pequeño horno portátil. Y poco a poco se obtenía una maravillosa tarta de esas que hoy decimos con sabor tradicional, de pueblo.
Tortas en la actualidad
En nuestros apartamentos, obsequiamos a nuestros huéspedes con una torta de cazuela y tiene mucho éxito, les gusta mucho.

Pero no la hacemos nosotros de manera artesana, nos las suministran nuestros amigos de Repostería Porta de Abiego, que las elaboran con el mismo aspecto y sabor que antaño pero utilizando modernas y eficientes amasadoras y hornos.
La receta es, lógicamente, la misma: harina, huevos, azúcar, aceite y leche más un ingrediente que esconden bajo el nombre genérico de aromas que es el que le da este punto que te invita a comer otro trozo. Yo creo que es eneldo.

Las tortas de cazuela son un ejemplo de cómo el saber y buen hacer de las personas consigue con imaginación, esfuerzo y constancia realizar tareas, grandes o pequeñas, sin tener los medios necesarios.

Muy curioso
Muy adecuado para ques se conozcan y no se pierdan las tradiciones.
Muy curioso y bonito