Nuestros ancestros. La prehistoria en Guara
- T. Delàs
- 3 oct
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 16 oct
Septiembre 2025
La Sierra de Guara constituye uno de los testimonios más extraordinarios de la presencia humana prehistórica.

Sus abrigos rocosos y cuevas han preservado durante milenios las huellas de nuestros antepasados, convirtiendo esta región en un auténtico museo al aire libre que nos permite reconstruir la fascinante historia de los primeros pobladores de estas tierras.
El Parque Cultural del Rio Vero, guardián de este legado, fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1998.
Paleolítico Medio (300.000 - 30.000 a.C.)
Los Neandertales

Durante el Paleolítico Medio, la Sierra de Guara fue territorio de los neandertales (Homo neanderthalensis), una especie humana perfectamente adaptada al clima frío de las glaciaciones. Estos robustos cazadores-recolectores procedían de las migraciones que se extendieron por Europa desde hace aproximadamente 400.000 años.
Vivían en pequeños grupos familiares de 15 a 30 individuos, aprovechando, como refugio temporal, las cuevas y abrigos naturales que ofrece el paisaje kárstico de Guara.
Su economía se basaba en la caza de grandes herbívoros como bisontes, ciervos, caballos salvajes y rinocerontes lanudos, complementada con la recolección de frutos, raíces y otros recursos vegetales. Fabricaban herramientas de piedra tallada (útiles de sílex) y hueso para la caza y el procesamiento de alimentos
Aunque el arte neandertal es escaso, hay indicios de simbolismo en Europa. En Guara no se han hallado pinturas atribuibles a ellos.
Paleolítico Superior (40.000 - 10.000 a.C.)
Los Cromañones

Hacia el 40.000 a.C., los cromañones (Homo sapiens sapiens) llegaron a la península Ibérica procedentes de África a través de diferentes rutas migratorias. En Guara, estos nuevos pobladores coexistieron inicialmente con los últimos neandertales antes de sustituirlos completamente.
Seguían siendo cazadores-recolectores, pero con herramientas más sofisticadas (puntas de sílex, agujas de hueso). Ocupaban abrigos rocosos como campamentos de caza. Vivían en clanes, desarrollaron el lenguaje y practicaban rituales funerarios.
Arte parietal
Las manifestaciones de esta época son escasas pero de incalculable valor. Se caracterizan por el arte parietal, pinturas y grabados en las paredes de las cuevas. Las obras son, principalmente, grabados y algunas pinturas en negro realizadas con carbón y óxidos de manganeso. El estilo es naturalista, con representaciones muy realistas de animales, especialmente caballos, bisontes y ciervos. Su propósito era probablemente mágico o ritual.
La cueva de la Fuente del Trucho

En Guara tenemos como ejemplo la Cueva de la Fuente del Trucho, único yacimiento en Aragón con arte rupestre paleolítico. En su interior se pueden observar grabados de vulvas y figuras esquemáticas. Se representan de forma naturalista animales (caballos, ciervos, una cabra,…), además de otros motivos como un panel de manos en negativo y signos (líneas de puntos, signos trilobulados…).
Epipaleolítico/Mesolítico (10.000 - 5.000 a.C.)
Transición y adaptación
Con el fin de la última glaciación, el paisaje de Guara experimentó profundos cambios. Los bosques de pinos y robles se extendieron por la región, y la fauna cambió significativamente. Los grupos humanos tuvieron que adaptar sus estrategias de subsistencia a este nuevo entorno.

En el Mesolítico, Guara fue habitada por grupos de Homo Sapiens, descendientes de cazadores paleolíticos que vivieron la transición climática tras la última glaciación. Se adaptaron a un entorno más cálido y diverso, continuaron usando abrigos rocosos y comenzaron a establecer campamentos más estables.
Los pobladores mesolíticos desarrollaron una economía más diversificada, basada en la caza de animales de menor tamaño (corzos, jabalíes, conejos), la pesca en los ríos de la sierra y una recolección más intensiva de frutos secos, especialmente bellotas y avellanas. Inventaron el arco y la flecha, revolucionando las técnicas de caza. Usaban microlitos (pequeñas herramientas de piedra) y empezaron a domesticar animales
Arte Levantino
En este periodo surge el Arte Levantino, uno de los tesoros de Guara. Se trata de un estilo postpaleolítico, de cazadores-recolectores, exclusivo de la península Ibérica caracterizado por su narrativa y dinamismo. Son pinturas de trazo fino, realizadas con un pincel o una pluma, que representan escenas de la vida cotidiana. Las figuras humanas, muy estilizadas, se muestran en movimiento, cazando, recolectando, danzando o guerreando. Los animales (ciervos, cabras, jabalíes) son el motivo principal. El color más utilizado es el rojo, con pigmentos minerales como el óxido de hierro.
Es difícil definir si las distintas muestras de arte levantino en Guara fueron realizadas durante el Mesolítico o el Neolítico.
Abrigo de Chimiachas

Contiene una única representación pictórica de una esplendida figura de un majestuoso ciervo, en posición estática y en excelente estado de conservación. La silueta está pintada en rojo, con líneas gruesas, y la figura se rellena con diferentes tonalidades de rojo. Se considera el más impactante de los existentes en el Alto Aragón.
Abrigo de Arpán

Dentro del arte levantino presenta un ciervo completo, otros ciervos y escenas de caza. Hay una escena en la que se ve un hombre en una escalera rodeado de objetos voladores que podría interpretarse como una recolección de miel. También alberga algunas pinturas de arte esquemático
Abrigo de Muriecho
Destaca una escena pintada en rojo de captura de un ciervo vivo agarrado por varios cazadores rodeados de una serie de personajes que parecen contemplar la escena.
Abrigo de Recasens
Alberga pinturas levantinas en negro y rojo, un conjunto de cápridos levantinos, destacando una cabra a la carrera, manchas y signos. También alberga algunas pinturas de arte esquemático
Neolítico (ca. 6.000–3.000 a.C.)
Los Primeros Agricultores
Este período marca una de las mayores transformaciones de la humanidad: el paso de la caza y la recolección a la agricultura y la ganadería.

Los nuevos pobladores, proceden del Mediterráneo oriental a través de rutas tanto terrestres como marítimas. Su forma de vida se vuelve sedentaria, estableciéndose en poblados permanentes, con viviendas de barro y madera al aire libre en valles y abrigos cercanos al agua y utilizan las cuevas como lugares ceremoniales y de refugio.
Introducen la agricultura y la ganadería. Cultivan cereales, crían ovejas y cabras, La invención de la cerámica y el desarrollo de nuevas herramientas, como las hachas pulimentadas, revolucionan su día a día. Hacia el final del período, se inicia el uso del metal (cobre, bronce y hierro).
El arte levantino ya existente en el Mesolítico alcanza su mayor esplendor
Arte Esquemático

Es abstracto y simbólico. Se caracteriza por la simplificación extrema de las formas, reduciendo las figuras a unos pocos trazos. Aparecen representaciones astrales (soles, estrellas) y elementos geométricos. Las representaciones de humanos son casi irreconocibles, con formas geométricas o lineales. Se cree que su propósito es más simbólico o religioso que narrativo.
Abrigo de Labarta
Contiene figuras de estilo geométrico, levantino y esquemático, en rojo y negro. Las figuras están superpuestas, sobre signos geométricos angulares en rojo se encuentra un ciervo de arte levantino en negro y, sobre éste, un elemento esquemático en rojo.
Abrigo de Quizans
Pinturas esquematicas en rojo, un pequeño cervido
Abrigos de Barfaluy
Pinturas esquemáticas en rojo, negro y blanco, antropomórficas, bóvidos, cánidos y símbolos esquemáticos
Abrigo de Mallata
Escenas de hombres y cérvidos

Abrigos de Gallinero
Contiene un impresionante conjunto de pinturas esquemáticas en rojo.
Abrigos de Lecina Superior
Antropomorfos, cuadrúpedos en negro, digitaciones, bóvidos y cánidos
Abrigo de Arpán
Dentro del arte esquemático presenta algunas escenas cinegéticas y digitaciones
Abrigo de Recasens
Dentro del arte esquemático alberga diversas manchas, un cuadrúpedo, uncérvido repintado, un antropomorfo y digitaciones.
Dolmenes
Aparecen los primeros dólmenes y sepulturas colectivas. Construidos funerarias con grandes losas de piedra, demuestran la aparición de una sociedad con una concepción de la muerte y el más allá.
Dolmen de la Losa Mora

Dolmen de las Balanzas
Dolmen de Ibirque
Dolmen de la Capilleta
Edad del Bronce (2.000 – 800 a.C.)
Hacia la complejidad social
Los habitantes eran pobladores locales con influencias externas. Vivían en poblados fortificados en cabañas de madera, barro y adobe y controlaban rutas comerciales.

La agricultura se intensificó. Fundían cobre y bronce, fabricaban armas y herramientas,
La llegada de la metalurgia transformó las sociedades de Guara en más organizadas, con jerarquías y comercio. Aparecieron las primeras diferencias sociales marcadas, los primeros poblados estables y una organización territorial más compleja. Se practicaban cultos religiosos.
Las manifestaciones artísticas son arte esquemático tardío con figuras simplificadas, ídolos y símbolos solares.
Se siguen levantando dólmenes y utilizando los existentes en el Neolítico.
Legado único
La Sierra de Guara ofrece una ventana privilegiada al alma de nuestros antepasados.

Desde los neandertales hasta los primeros agricultores, cada época dejó su huella en forma de arte, herramientas y formas de vida que aún hoy nos emocionan, nos conectan con nuestras raíces más profundas y nos ayudan a comprender el largo camino recorrido por la humanidad.
Visitar la Sierra de Guara es también viajar a la prehistoria: Pasear por los senderos del Río Vero es seguir las huellas de los cazadores del Paleolítico, contemplar las pinturas rupestres es asomarse a las creencias y emociones de hace 7.000 años, recorrer los dólmenes es sentir la fuerza espiritual de comunidades que vivieron en armonía con la naturaleza.
En nuestros apartamentos rurales Rad Icarium, estarás a un paso de descubrir este legado único.

Comentarios